domingo, 30 de septiembre de 2012

ELEGÍA.

Me dueles a puñetazos, a pellizquitos pequeños en el centro del corazón.
Y cuando llueve me acuerdo de los caminitos que trazaban bosques de tu sonrisa a tu pelo.
Desde que te fuiste pienso en ti todos los dias, ¿sabes?
por eso de que la ausencia hace que el presente te duela más que el pasado,
por eso de que quien más te llena es quien se va más rápido.
Tú y tus ganas de reir, aún cuando ya casi ni latías. Tú y tu olor a tabaco negro, y tus pedacitos esparcidos a la orilla del mar.
Ardiste en llamas y te fundiste con el pasado y ahora me dueles, me dueles a puñetazos...
... a pellizquitos pequeños en el centro del corazón...




Te extraño desde marzo, abuelo.





miércoles, 7 de septiembre de 2011

ésto me aburre, hazme temblar y soy tuya.

sábado, 4 de junio de 2011

Ojalá no tuvieras miedo

Y vuelvo a empezar, con las mismas ganas de oler la mierda. Te noto temblar bajo mis costillas. Un todo o nada. Desequilibrarnos. Dejamos de respirar, las milesimas de segundo giran a nuestro alrededor a una velocidad que da miedo. Abres los ojos, me comen tus pupilas, y sin querer otra vez desnudos, a cien mil kilómetros por segundo, preparados para despegar... si tu quieres, claro. Tus nudillos extorsionan las sensaciones, y yo... me pierdo buscandote las caricias. Intentando que olvides que alomejor no soy esa chica que estas buscando. Luchando por enredarme entre tus pasiones, y dejando que todo el aire que tiemblan mis pulmones roce cada centimetro de tu espalda.

miércoles, 1 de junio de 2011

blanco y negro

¿Sabes? son esas pequeñas cosas las que a mi me salen solas... y quizá algun día te grite muy flojito que te quiero, y lo haga desde lo más profundo de mi mente sin siquiera darme cuenta. Odio que para ti cada palabra suponga tanto, y que para mi las palabras no sean mas que una forma más de decirte que mejor cerca, si, que se joda el viento.

domingo, 22 de mayo de 2011

20

lo odiaba, odiaba esas pequeñas cosas que lo hacían inexpicable, y que lo ataban a mi cabeza en ca-da noche, ca-da uno de mis recuerdos. Odiaba sentir tanta necesidad, y tantas cosas golpeandome la espalda. Y mi cara, un rictus de fragilidad, que en cuanto me cortes me voy a romper en pedazos. Lo odiaba con todas mis fuerzas, y odiaba sus manos y sus ojos y su forma de mirarme que me erizaba hasta el vellopublico. Y odiaba ser tan pequeña agarrada a sus muñecas, y mi cara de "estallo por las pupilas, no me pidas que hable". Lo odio lo odio lo odio, ojalá se muera.

Seguidores

Datos personales