domingo, 22 de mayo de 2011

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lo odiaba, odiaba esas pequeñas cosas que lo hacían inexpicable, y que lo ataban a mi cabeza en ca-da noche, ca-da uno de mis recuerdos. Odiaba sentir tanta necesidad, y tantas cosas golpeandome la espalda. Y mi cara, un rictus de fragilidad, que en cuanto me cortes me voy a romper en pedazos. Lo odiaba con todas mis fuerzas, y odiaba sus manos y sus ojos y su forma de mirarme que me erizaba hasta el vellopublico. Y odiaba ser tan pequeña agarrada a sus muñecas, y mi cara de "estallo por las pupilas, no me pidas que hable". Lo odio lo odio lo odio, ojalá se muera.

2 comentarios:

  1. pues no nos conocemos, y no sé como llegue a tu blog, pero me gusta mucho como escribes,por eso lo sigo :)

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  2. odiaba ser tan pequeña agarrada a sus muñecas...me da que me voy a pasar más a menudo por este blog :)

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