miércoles, 27 de abril de 2011



Lo siento en el alma por María, porque la quiero, bueno, no es que la quiera, es que la adoro. Y, entonces, ¿qué hago follando con Veronica?, pues soño, lo que hago es ser yo mismo porque mi única característica personal es no tener juicio, ni conciencia, ni sentido del deber.
Y qué bonito es el amor, que unta, porque unta mogollón, y qué bonito es el unte mercenario del incienso que huele a mierda y de la polla que huele a orgasmo. Y qué hermoso el lugar que ocupa una especie de amor encima de otra, o debajo, o qué se yo, o qué me dice la vida, o qué no me cuenta, o qué me dice el enorme sentido del deber, y te quiero, y no te quiero, y te echo de menos, y quiero follar contigo pero sólo por tocar mi barriga desnuda con la tuya. Y también te quiero a ti, Veronica, y no te muevas ahora, y así está bien, pero entonces es cuando empieza a sonar la jodida canción... ya sabes, la de lo siento pero no te quiero, pero la más terrible es la otra, la que dice que si te quiero, por qué me tengo que sentir tan mal escuchándola...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales